viernes, 5 de abril de 2013

Efectos personales.


Los globos se llenaban con gas hidrógeno, que tenía una gran fuerza ascensorial, o con gas del alumbrado. Los soldados de aerostación se colocaban en derredor del aerostato, se agarraban fuertemente a las mallas e iban soltándolas para asirse a otras de más abajo, conforme crecía el volumen. Finalmente se procedía a la fijación de la barquilla (convenientemente lastrada con sacos de arena de quince kilogramos de peso cada uno), en la que se colocaban todos los efectos que constituían el equipo del globo. Aquellos eran -según unas curiosas instrucciones dectadas por Vives***- los siguientes: "Barómetros de bolsillo y registrador, estatostócopo, aspiropsicómetro, gemelos, cámara fotográfica con sus placas y películas, mapa de 1/200.000, mapa general de España, guías de ferrocarriles, lápiz, goma de borrar, pasaporte, lista de embarque, tarjetas postales, sellos de Correos, impresos para telegramas, abrigos, impermeables o mantas de viaje, según la estación; una navaja que corte bien, espadines, espuelas y guantes, revólver descargado y las cápsulas separadas; provisiones, incluyendo vino y agua, ovillo de bramante, dos libritos de papel de fumar, banderitas para arrojar despachos, silbato o sirena, botiquín de cazador, reloj de bolsillo, ocho palomas y 150 pesetas, de ellas, 25 en plata menuda".

Vives exigía inflexiblemente el cumplimiento de estas instrucciones a sus aerosteros (aeronautas), revisando, en muchos casos personalmente, las barquillas para comprobarlo.


Pere Vives Vich*** 

(Igualada, 20 de Enero de 1858 - Embajada de Noruega, Madrid, 9 de Marzo de 1938). Fue un ingeniero y militar, fundador y primer jefe de la Aeronáutica Militar Española.

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