MI HOME, MY PORTION OF WORLD
Vivo en mi casa, no
en el nº58.
Una vivienda del
revés.
Todas las noches me
asomo al patio interior de mi edificio,
un patio interior de manzana de dimensiones importantes al que dan
fachada unos cuantos edificios y cientos de ventanas iluminadas. Siempre me
fijo en las ventanas buscando una cabeza que se asoma, una luz que se enciende
o se apaga, el cigarro de antes de acostarse, una conversación muda…Pienso
entonces, una ventana, una vida.
Tambien me asomo
durante el día, ¡qué horror!, ¿dónde se ha metido la gente?. Se convierte entonces en un patio robot
y uniforme, sin personalidad, parece habitado por una única persona, por un
gigante bruto, no hay atisbo de colectividad en ningún momento, las vidas se
han apagado y volvemos a ser plurales y aburridos. Lo mismo que sucede por la
noche con lo que no es ventana, solo que a oscuras eso no se aprecia y son
luces intermitentes lo que veo.
Mi intención de cara
al nuevo proyecto es ensalzar la personalidad de los habitantes, acercarla a la
ventana. Todo el proyecto será una ventana grande compuesta por ventanitas más
pequeñas, diferentes, singulares, de colores y personalizadas. Debo
proporcionar espacios indeterminados, cargados de ambigüedad y poco signados
que puedan ser completados y personalizados por los futuros habitantes. Serán
espacios vacios pero con posibilidades, posibilidades inducidas en algunos
casos.
Por otra parte, es
realmente complicado incorporar en proyecto a los habitantes, (como agentes
arquitectónicos) con intenciones de que estos contribuyan a la idea de conjunto
collage o “conjunto de espacios personalizados”. Es difícil incentivar el
interés por la estética del conjunto, más cuando tratamos con favelistas y
personas de las clases bajas. Mi trabajo consiste en facilitar y ayudarles a
completar la construcción estética de ese nuestro conjunto y proyecto, definir
unas reglas de juego, dar ese soporte arquitectónico/no arquitectónico que
suponga un mínimo o nulo esfuerzo a los futuros habitantes a la hora de
completar la apariencia de las viviendas.
Es interesante huir
de la uniformidad en el proyecto, perseguir la pluralidad formal y estética, de
tal forma que cada vivienda sea en gran medida diferente a las demás. En
cambio, deben pertenecer al grupo, de tal forma que todo esto no se convierta
en una relación de unifamiliares independientes y dispersas en el territorio.
Resulta
imprescindible fomentar lo social y la actividad colectiva de los inquilinos.
Un “reality”, un “facebook” real. No puede ocurrir en otro lugar
que no sea en este collage arquitectónico de espacios personalizados.
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