lunes, 23 de abril de 2012

E-II/2


MI HOME, MY PORTION OF WORLD

Vivo en mi casa, no en el nº58.

Una vivienda del revés.

Todas las noches me asomo al patio interior de mi edificio,  un patio interior de manzana de dimensiones importantes al que dan fachada unos cuantos edificios y cientos de ventanas iluminadas. Siempre me fijo en las ventanas buscando una cabeza que se asoma, una luz que se enciende o se apaga, el cigarro de antes de acostarse, una conversación muda…Pienso entonces, una ventana, una vida. 

Tambien me asomo durante el día, ¡qué horror!, ¿dónde se ha metido la gente?. Se convierte entonces en un patio robot y uniforme, sin personalidad, parece habitado por una única persona, por un gigante bruto, no hay atisbo de colectividad en ningún momento, las vidas se han apagado y volvemos a ser plurales y aburridos. Lo mismo que sucede por la noche con lo que no es ventana, solo que a oscuras eso no se aprecia y son luces intermitentes lo que veo.

Mi intención de cara al nuevo proyecto es ensalzar la personalidad de los habitantes, acercarla a la ventana. Todo el proyecto será una ventana grande compuesta por ventanitas más pequeñas, diferentes, singulares, de colores y personalizadas. Debo proporcionar espacios indeterminados, cargados de ambigüedad y poco signados que puedan ser completados y personalizados por los futuros habitantes. Serán espacios vacios pero con posibilidades, posibilidades inducidas en algunos casos.

Por otra parte, es realmente complicado incorporar en proyecto a los habitantes, (como agentes arquitectónicos) con intenciones de que estos contribuyan a la idea de conjunto collage o “conjunto de espacios personalizados”. Es difícil incentivar el interés por la estética del conjunto, más cuando tratamos con favelistas y personas de las clases bajas. Mi trabajo consiste en facilitar y ayudarles a completar la construcción estética de ese nuestro conjunto y proyecto, definir unas reglas de juego, dar ese soporte arquitectónico/no arquitectónico que suponga un mínimo o nulo esfuerzo a los futuros habitantes a la hora de completar la apariencia de las viviendas.

Es interesante huir de la uniformidad en el proyecto, perseguir la pluralidad formal y estética, de tal forma que cada vivienda sea en gran medida diferente a las demás. En cambio, deben pertenecer al grupo, de tal forma que todo esto no se convierta en una relación de unifamiliares independientes y dispersas en el territorio. 

Resulta imprescindible fomentar lo social y la actividad colectiva de los inquilinos. Un “reality”, un “facebook” real. No puede ocurrir en otro lugar que no sea en este collage arquitectónico de espacios personalizados.





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